Muchos traders comienzan su aventura en el mundo del trading con la cuenta demo, una forma gratuita y segura de probar nuevas ideas y métodos de trading. Por ejemplo, los traders de IQ Option tienen acceso a un saldo de práctica de 10000 $ que pueden recargar tantas veces como necesiten. Sin embargo, aunque utilizar la cuenta de demostración para practicar puede ser útil, no es lo mismo que operar con el saldo real. Sigue leyendo para descubrir la diferencia entre las cuentas reales y de demostración y saber si estás preparado para pasar de la práctica a las operaciones reales.
1. Dinero real, emociones reales
Cuando no hay dinero real de por medio, puede que te sientas tranquilo y con la mente despejada ante las ganancias o incluso las pérdidas. Sin embargo, cuando se cambia a la cuenta real, se empieza a operar con fondos reales. Esto es suficiente para que casi todo el mundo se ponga nervioso por los resultados de sus operaciones, y sean menos consistentes.
Probablemente ya hayas oído que no tener emociones es esencial en el camino para convertirse en un trader de éxito. Sin embargo, es casi imposible evitar todas las emociones. Lo que sí puedes hacer es aprender a controlarlas e intentar evitar cometer los errores más comunes del trading. Crear un plan de trading y ceñirse a él puede ser útil si aún no te sientes seguro de tus decisiones de trading. Puedes plantearte llevar un diario de operaciones para hacer un seguimiento de tus resultados y analizar tu rendimiento.
Puedes obtener más detalles sobre la diferencia entre cuentas demo y real en este vídeo explicativo preparado por IQ Option.
2. No hay riesgo implicado al operar en la cuenta demo
Como ya se ha mencionado, tu propio dinero no corre ningún riesgo cuando operas en la cuenta de demostración. No importa cuánto ganes o pierdas, tu saldo sigue siendo sólo un número que ves en la pantalla. Sin embargo, cuando cambias a la cuenta real, puedes encontrarte en una situación en la que tus decisiones de trading, ya sea abrir una operación o gestionar las pérdidas, se basen en el miedo a perder.
Aplicar instrumentos de gestión del riesgo puede ayudarte a aumentar tu confianza. Instrumentos básicos como la regla del 2% y el Stop-Loss son considerablemente fáciles de entender y aplicar, al tiempo que ofrecen la posibilidad de proteger tu capital y gestionar posibles pérdidas.
3. Perpetuando malos hábitos de trading
Otro punto importante de operar con una cuenta demo frente a una real es que es más fácil repetir los malos hábitos al operar con fondos reales. Es posible que cometas los mismos errores una y otra vez: cerrar operaciones demasiado pronto, olvidarte de fijar un Stop-Loss u olvidarte del plan de trading.
Para solucionar este problema, puedes intentar centrarte en el proceso, no en el resultado, al igual que harías probablemente cuando operas en la cuenta demo. Puede ser difícil al principio, ya que puedes tener la tentación de comprobar las operaciones cada minuto y tomar decisiones basadas en la intuición en lugar de en los hechos. Sin embargo, con el tiempo te resultará más fácil, a medida que adquieras más confianza y sangre fría.
¿Cómo Decidir Cuándo Pasar de la Cuenta Demo a la Real?
No existe una respuesta correcta a esta pregunta, ya que cada persona es diferente. Algunos traders se familiarizan con la sala de operaciones utilizando la cuenta de demostración durante unas horas y, a continuación, realizan un depósito y operan con fondos reales. Otros pueden necesitar más tiempo para probar diferentes métodos e ideas de trading. Por lo tanto, cada trader debe decidir si está preparado para operar con dinero real.
También puedes elaborar tu propia lista de pros y contras de operar en una cuenta demo frente a una cuenta real para averiguar si es el momento adecuado para dar el paso. Sin embargo, debes tener en cuenta que operar en la cuenta real requiere que tengas los conocimientos necesarios y que realices una administración de riesgos con el fin de gestionar las pérdidas potenciales.