Aquí algunos de los “pecados” más comunes entre los inversores. Los siguientes errores pueden costarle dinero hasta que aprenda a evitarlos:
Perfeccionismo
No existe la perfección en el mundo de las inversiones. No hay perfección que permita generar dinero en cada transacción ni tampoco existe tener un sistema perfecto. Un inversor solamente puede aspirar a la perfección en lo relativo a seguir su propio sistema, sus propias reglas y su plan de inversión. Incluso los inversores más exitosos tienen un promedio de entre un 50% y un 60% de ganancias, en el mejor de los casos, cuando se calcula sus ganancias en largos períodos de tiempo. Es decir, la clave es que nuestras inversiones ganadoras sean más grandes que nuestras inversiones perdedoras, y no la perfección.
Miedo
Tener fe en su sistema es la única manera de superar el miedo a invertir. Será bueno testear su sistema de inversión lo más posible, por lo menos hasta saber que usted tiene una ventaja válida en el largo plazo. Usted deberá ver oportunidad en la inversión y no potenciales pérdidas.
Orgullo
Es importante que el inversor separe su ser de las inversiones. El valor de una persona no está atado ni relacionado en modo alguno a las inversiones ni a su desempeño como inversor. Si seguimos un sistema y falla, no hemos sido nosotros quienes fallamos, ha sido el sistema.
Impaciencia
Espere, entre cuando es el momento, no se apresure. Es importante dejar que las ganancias sigan su curso y no tomarlas hasta que la tendencia haya cambiado su curso.
Codicia
Los inversores no deben seguir una oportunidad de inversión una vez que ya es demasiado tarde. Un buen inversor quita sus ganancias de la mesa en el momento indicado y nunca permite que una inversión ganadora se transforme en una perdedora. Si esto sucede, el inversor no tendrá a nadie más a quien culpar que a la denominada codicia.
Enojo
No se enfade con usted mismo. Aprenda de sus errores y siga hacia adelante. Recuerde, cada error lo acerca más a la sabiduría necesaria para transformar sus inversiones en una actividad consistentemente rentable. No se enoje con el “mercado”, acepte sus pérdidas y vuelva a comenzar.
Imprudencia
Invertir dinero a gran escala es riesgoso, imprudente y absolutamente innecesario. Sólo invierta sumas apropiadas y recuerde, siga su propio sistema y sus reglas.
Una vez que el inversor es consciente de sus pecados, es que podrá evitarlos en el futuro. Un inversor inteligente sabe que cada inversión es parte de un todo, de un plan, y confiará en que su plan es el indicado, más allá del resultado de una inversión en particular.