El Partido Comunista de China ha prohibido todas las actividades relacionadas con el intercambio de criptomonedas recientemente dentro de sus fronteras. Como resultado, muchos entusiastas de las cripto y traders activos, así como su dinero, están saliendo de China. ¿A dónde escapan? Lo más probable es que sea a los países vecinos. Japón y Corea del Sur son las opciones más prominentes dado que ambas naciones disfrutan de una política libre y no restringida de cambios con criptomonedas. Japón lidera ahora el mercado de cambio mundial de Bitcoin, pasando incluso a los Estados Unidos. Hasta un 44% de todas las operaciones con BTC tienen lugar en yenes Japoneses.
A diferencia de sus homólogos chinos, los funcionarios japoneses parecen entender el papel que las criptomonedas jugarán en la economía del mañana y los beneficios que disfrutarán los primeros en adoptarlas. Sin embargo, el País del Sol Naciente no tiene intención de dejar esta esfera completamente desprovista de supervisión. El gobierno japonés busca oportunidades de vigilar e investigar los intercambios con Bitcoin pero solo durante cierto tiempo, probablemente limitándose al mes de Octubre. Tras juzgar por los resultados, obtenidos durante el periodo supervisado, se concluirá que acciones deben ser tomadas para hacer del mercado un lugar mejor y más seguro. Algunos creen que un programa especial de licencias para los intercambios de BTC está de camino.
Una de las Agencias de Servicios Financieros Japonesa (FSA) declaró oficialmente, “Perseguimos tanto el fomento como la aplicación de una regulación del mercado.” El movimiento, por lo tanto, no será introducido para impedir el crecimiento del mercado de la criptomoneda. Más bien lo contrario, puede contribuir a unas transacciones más saludables a largo plazo.
¿Qué supone esto para la industria en general? Las Criptomonedas son ahora lo suficientemente grandes como para ser reconocidas por los gobiernos centrales como una parte importante del sistema financiero. A principios de esta semana, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, indicaba que está más allá de su autoridad controlar las operaciones peer-to-peer. Un mayor desarrollo de la seguridad y sostenibilidad de la infraestructura del trading con criptomonedas contribuiría ciertamente al crecimiento a largo término de los volúmenes de operaciones de las criptos.