Los expertos creen que las empresas emergentes de salud pueden en pocos años. llegar a ser tan grandes como Fintech y las criptomonedas. La asistencia médica y la medicina llaman la atención creciente tanto del público en general como la de los inversionistas. Una de ellas es Color Genomics, una compañía que opera en la esfera de cáncer precoz y detección de riesgos graves para la salud.
Un grupo de inversionistas de alto perfil, entre ellos Laurene Powell Jobs, proporcionó recientemente a la compañía otros 80 millones de dólares. El importe total de financiamiento que la compañía ha recibido hasta la fecha es equivales a 150 millones de dólares. Esto convierte a Color Genomics en una de las compañías con mayor respaldo financiero en Silicon Valley. General Catalyst, CRV y Emerson Collective contribuyeron con sus fondos al proyecto.
«Tenemos la gran oportunidad de ampliar las cosas, y las cosas han estado haciendo clic, así que decidimos ir a por ello», comenta el director general de Color Genomics, Othman Laraki. Él, sin embargo, no es la única estrella de Silicon Valley dispuesta a unirse a la recién fundada compañía. Katie Jacobs Stanton, ex jefa de la Sección de Medios de Comunicación de Twitter, y Elad Gil, ex director general de Mixer Labs, participan activamente en el desarrollo de Color Genomics.
La compañía está entrando en una esfera altamente competitiva de pruebas genéticas, pero tiene planeado establecer diferencia e ir más allá de la genética. Según Laraki, las personas autoaseguradas están interesadas en productos de salud sostenibles y de largo plazo. Las pruebas relacionadas con el cáncer, ofrecidas por la compañía, cuestan actualmente 249 $.
«Ninguno de nuestros competidores aborda este problema pensando en la prevención a largo plazo», comenta Othman Laraki, destacando la ventaja competitiva de Color Genomics.
