El Impulso del Mercado (también denominado Momento del Mercado) representa un concepto básico en el mundo de las inversiones. Se sustenta en la idea de que un activo que se encuentra en pleno cambio, y que por tanto está registrando un movimiento en el mercado, seguirá, por ende, cambiando, es decir, moviéndose, de forma aproximada, en la misma dirección, independientemente de los retrocesos al alza (pull-backs) y de las correcciones correspondientes. Para entenderlo mejor, plantéeselo de esta manera: se dice que un mercado que tiene tendencia, también registra un impulso (momento) hacia la dirección de dicha tendencia. Se dice que los activos cuyos precios están cambiando al alza, es decir, subiendo, registran, por tanto un impulso alcista. En el caso contrario, los activos cuyos precios están cambiando a la baja, es decir, bajando, registran un impulso bajista.
Un activo que está registrando cambios tiende a permanecer en movimiento, es decir, tiende a seguir registrando cambios, mientras que un activo que está en reposo, tiende, indefectiblemente, a seguir permaneciendo en reposo.
En cierto sentido, se podría decir que el impulso (o momento) representa las intenciones de compra o de venta que se reflejan en el mercado. Cuando un activo comienza a cambiar, dicho cambio (movimiento), puede ser pequeño y en principio, no representar mucha fuerza por sí mismo. Si dicho cambio comienza a atraer más atención en el mercado y, por tanto, más inversores lo apoyan, se dice entonces que el activo empieza a ganar impulso (momento). A medida que los precios de los activos suban/bajen y, por tanto, los participantes del mercado comiencen a perder interés, en dicho caso, el impulso también comenzará a desaparecer. Como inversores, podremos utilizar el impulso para obtener ventaja. La mayoría de los inversores recomiendan invertir en línea siguiendo el impulso (al igual que lo haría usted si se tratase de una tendencia), ya que, de lo contrario, dicho impulso podría barrer del mercado fácilmente al inversor. No obstante, cabe recordar que ninguna estrategia de inversión podrá ofrecer unos resultados positivos en el 100 % de los casos, y que, por consiguiente, un impulso al que se deba seguir, tampoco representa una garantía.
Existen varias formas para poder determinar el impulso que existe en el mercado. En cualquier caso, tan solo necesitaremos un indicador para tales fines. El indicador de la Medía Móvil de Convergencia/Divergencia, o simplemente indicador MACD, para abreviar, representa una de las principales herramientas disponibles que se pueden utilizar, en lo relativo al impulso que muestra el mercado. Se puede encontrar en la pestaña «Popular», al hacer clic en el botón con el texto «Indicadores», el cual se puede localizar en la esquina inferior izquierda de la pantalla. Utiliza dos medias móviles con diferentes períodos, para poder determinar de esa manera, la dirección y la fuerza de la tendencia predominante. Dos medias móviles, una larga y la otra corta, se cruzarán la una encima de la otra, a medida que cambie el impulso (momento) del mercado. Cuando la media más corta cruce por debajo del impulso de la media más larga, se podrá decir entonces que se ha desplazado hacia la baja (mostrando una conducta bajista). Cuando la media más corta cruce por encima del impulso de la media más larga, se podrá decir entonces que se ha desplazado al alza (mostrando una conducta alcista).
Como es ya conocido, la abreviatura MACD significa Medía Móvil de Convergencia/Divergencia. Esta herramienta permite determinar la fuerza del impulso actual que se registra en el mercado, midiendo para ello la diferencia existente entre las dos medias móviles. Cuando la diferencia es positiva, la media corta se encontrará por encima de la media larga, y el impulso (momento) de crecimiento, se podrá considerar alcista, ya que se encuentra en aumento. Si la diferencia es positiva y el impulso se está contrayendo, se podrá decir que está disminuyendo. Aunque parezca complejo, es muy fácil rastrear el rendimiento que ofrece el mercado utilizando el histograma MACD, el cual es capaz de representar dicha información, mostrándola en forma de barras verdes y rojas.
Si el impulso se encuentra en aumento, los inversores podrán estar a la expectativa de que los precios continúen subiendo o bajando. Si por el contrario el impulso estuviese disminuyendo, los inversores podrán anticipar entonces que la tendencia vaya a terminarse pronto. Un activo que muestre un impulso (momento) creciente, podrá utilizarse para invertir siguiendo la tendencia, un activo que muestre un impulso (momento) decreciente, deberá ser tenido en cuenta y vigilado, a efectos de poder detectar posibles señales que indiquen una reversión.
Dos de los usos principales que se aplican al impulso (momento) y a los registros de las operaciones de inversión, son las rupturas y las continuaciones. Durante una ruptura, los precios acumulan impulso (momento), al tiempo que sus operaciones de inversión se encuentran por debajo de la línea de resistencia o por encima de la línea de soporte, para posteriormente dar rienda suelta a dicho impulso (momento) cuando se rompa el nivel de soporte/resistencia. Normalmente, esto indica una avalancha de dinero nuevo, lo que implica el nacimiento de una nueva tendencia. Hay dos formas principales de poder invertir cuando ocurre dicho cambio: se puede invertir a corto y a largo plazo. El método a corto plazo consistiría en invertir siguiendo la dirección de dicho cambio radical, con vencimiento al final de la vela actual o al final de la vela siguiente. El método a más largo plazo consistiría en esperar la ruptura subsiguiente al retroceso al alza (pull-back), para probar el soporte/resistencia, e invertir siguiendo dicha señal.
El segundo método que se puede utilizar consiste en las continuaciones y las tendencias. Si un activo muestra una fuerte tendencia hacia una dirección, independientemente del marco de tiempo, y cuando el indicador MACD confirme dicho impulso (momento) creciente, entonces, se podrán utilizar como tendencia para los registros posteriores, los retrocesos al alza (pull backs) y las consolidaciones, cuyo plazo sea más cercano.