Decidir el momento de vender es difícil. Incluso podría decirse que es lo más difícil del trading. Puedes investigarlo todo, tener un razonamiento, y tener la razón, pero si no haces a tiempo o estructuras bien tu operación podrías sufrir dolorosas consecuencias.
El problema a la hora de vender es el ratio entre riesgo y recompensa. Teóricamente, una posición de venta tiene un potencial ilimitado de pérdida y una recompensa máxima muy definida. Un valor puede subir hasta el infinito, pero pero solo puede llegar hasta cero cuando desciende. También te enfrenta a compradores e inversores que normalmente tienen una visión contraria a la tuya, y un decidido interés en ver cómo te equivocas.
La venta más famosa es la “Big Short” de Michael Burry, contra el mercado inmobiliario de EEUU, que fue la historia de una investigación correcta pero de un mal momento. Si no hubiera sido por la convicción y fortaleza de Burry, él y sus inversores se hubieran perdido en una de las mayores operaciones de su generación. La mayoría de los personajes en la historia se enfrentaron al mismo dilema…
Sabían que tenían razón, pero era demasiado pronto. Pasaron por todos los estados y tribulaciones de saber que tenían razón, pero vieron como el mercado los ignoraba durante meses. Como trader al por menor, estar del lado correcto de una posición de venta puede ser caro, además de agotador. Es aún peor si al final resulta que tienes razón, pero te has echado atrás.
Escogiendo el momento de vender
La forma más sencilla de vender un valor es vender en corto las propias acciones. Para ello tendrás que tomar prestado de un broker, que normalmente aplican cargos de algún tipo (similar a una tasa de interés). Vender en corto el subyacente es una forma fácil de obtener una exposición directa, sin embargo escoger el momento y el tamaño de la posición es muy complicado. Decidir cuál será el punto de salida si estás equivocado se convierte en algo realmente difícil al vender acciones.
Usar opciones para estar del lado de la venta es otra forma de tomar posición. Comprar un opción ‘baja’ le otorga al trader una cantidad de riesgo definida (tan solo puedes perder el coste de lo que vale comprar la opción), además de darte flexibilidad para establecer tanto la fecha como el precio objetivo.
Por ejemplo, vamos a escoger Tesla (TSLA). Hay muchos traders que piensan que Tesla es una buena venta, sin embargo escoger el momento correcto es extremadamente difícil.
Si te gusta invertir a la baja con Tesla y dispones de un precio objetivo de 100$, podrías considerar una opción ‘baja’ (con 12-24 meses de expiración) que permite deshacerse de la volatilidad del precio del valor a lo largo del tiempo mientras que defines tu riesgo con respecto al precio que has pagado por las opciones. Tesla podría fácilmente llegar hasta los 400$ en los próximos seis meses, antes de empezar a descender hasta tu objetivo.
El momento lo es todo a la hora de vender. Usando opciones, te concedes a ti mismo un margen de error mucho mayor tanto respecto al tiempo como al precio.